Evidencias de convección solar

En parte, nuestro conocimiento sobre la convección solar se deriva indirectamente, usando modelos computacionales del interior solar. Sin embargo, los astrónomos también tienen alguna evidencia directa de las condiciones en la zona de convección. En la figura se muestra una fotografía de alta resolución de la superficie solar. La superficie visible está muy granulada con regiones de gas brillantes y oscuras coonocidas como gránulos.  Esta granulación de la superficie solar es un reflejo directo del movimiento en la zona de convección. Cada gránulo brillante mide alrededor de 1000 km y tienen una vida de entre 5 y 10 minutos.

Cada gránulo forma la parte superior de la celda de convección solar. Las mediciones Doppler indican que los gránulos brillantes se mueven hacia afuera con velocidades  de alrededor de 1 km/s, mientras que los gránulos oscuros se mueven hacia abajo al interior solar, lo que esperamos de la parte superior de la convección en la figura. Las variaciones de brillo de los gránulos resulta de diferencias en la temperatura. El gas que sube es más caliente y por lo tanto (por la Ley de Stefan) emite más radiación que el gas más frio que baja. Los gases adyacentes brillantes y oscuros parecen contrastar considerablemente, pero en realidad su diferencia en temperatura es menor a 500 K.

Las mediciones cuidadosas que se han realizado revelan una escala de flujo mayor debajo de la superficie solar. La supergranulación es un patrón de flujo muy similar a la granulación excepto que las celdas de supergranulación miden alrededor de 30,0000 km. Como sucede con la granulación, el material que sube en el centro de las celdas, fluyen a través de la superficie, y su sumen de nuevo en las orillas.. Los científicos creen que los supergránulos son la huella en la fotósfera de la capa más profunda de grandes celdas convectivas mostradas en la figura.